Manila, 8 dic (PL) El presidente de Filipinas,
Benigno Aquino, declaró hoy el estado de calamidad nacional ante los daños del tifón Bopha, el peor en 2012 en el país, con medio millar de muertos y 5,4 millones de afectados.La decisión permitirá agilizar el uso de fondos oficiales, la concesión de préstamos a intereses preferenciales y controlar los precios de los alimentos en las zonas más castigadas, señalaron fuentes gubernamentales.
Las regiones de Mindanao (sur) y Visayas (centro) son las más azotadas por Bopha, que entró en el país el martes con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y ráfagas superiores a 210 kilómetros por hora, junto con abundantes precipitaciones.
Al menos 548 personas murieron y unas 500 están desaparecidas,mientras 212 mil 300 se refugiaron en 297 centros para evacuados,según el Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a Desastres.
El estado de calamidad se aplicó en las provincias del Valle de Compostela, Davao Oriental y Surigao del Sur, en Mindanao, de donde son la mayoría de las víctimas mortales. Pablo, el nombre local que le dieron los filipinos al huracán,destruyó más de 21 mil 460 casas y causó destrozos en otras 16 mil 700.
Los daños provisionales a la agricultura e infraestructuras superan los 100 millones de dólares, mientras siguen sin electricidad 35 municipios y están intransitables 16 carreteras y 18 puentes.Las autoridades se concentran en atender las personas desplazadas,localizar desaparecidos y restablecer las comunicaciones y servicios.
Los meteorólogos locales alertaron que el tifón emprendió el retorno hacia Filipinas para golpearla de nuevo.
Bopha chocará con la isla de Luzón la madrugada del domingo, con rachas de vientos de hasta 160 kilómetros por hora, de acuerdo con el servicio meteorológico estatal.
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